En mayo de 2012 debuté en RIOJASPORT a petición de Manolo de Medicis. La portada se llenó con Titín III y Merino II campeones “del parejas”. La primera de La Rioja que consiguió el galardón. David Merino era “nuevo”. Augusto, la llevaba cuatro lustros en estelares y había sido campeón tres años con distintos zaguero.

Acaban de darle el finiquito a los Hermanos Merino lo que confirma aquello de algún filósofo pobre: “Sic transit gloria mundi” Así pasa la gloria del mundo). Todas pasan y para todos.

Durante años, varios días a la semana he “corrido turno” en el Adarraga a los hermanos de Villar de Torre y a otros manistas que se preparaban física y técnicamente como profesionales. Los Merino, Morales de Setién fue quien me los “publicitaba” en positivo desde sus inicios en Ezcaray, han estado un década en los frontones profesionales y les han dado puerta con maneras de feo estilo y descortés crianza. Casi como currando el descuido.

No se me ocurre defender la situación de mis paisanos en cuanto a resultados deportivos o comerciales pero el respeto y la consideración no deben faltar en actuaciones profesionales o industriales y menos si existe relación con el deporte. Miguel y David han disputados cientos de partidos en su empresa donde vienen empujando otros nombres que en momentos de escaso interés público las firmas tratan de ofrecer como novedades con posibilidad de cuajar.

La compañía ofrece un producto y trata de cubrir gastos y obtener beneficios. Da o expone... para recibir. De gustos, intereses y colores no se debe discutir. Mandan los resultados y el “amo”. El público no hace famoso a nadie por capricho. Pero ha de despedirse a un “trabajador” uno no entiende que sea “manu militari” sino de forma correcta y amigable. Lo que ha faltado en el caso de la “baja” a los Merino que no han desentonado en su conducta pública y privada.

Tienen suerte de estar en buena edad para disfrutar jugando a pelota y hasta puede que disfruten de verdad, al verse liberados de inevitables presiones.